jueves, 29 de mayo de 2008

Camisetas con transfer de plastisol



Este vídeo se hizo el 28 de mayo en el taller de Lo Drap Pintat de Valencia con la cámara de un teléfono móvil Nokia N70. Se ha “editado” con el software iMovie de Apple, en un ordenador iMac con procesadir Intel Core 2 Duo y 2 Gb de Ram.
La voz en off es la de Miquel y la música de fondo es de Ernesto Acher. Mayte insistió en no salir, pero como que el móvil no tiene zoom, pues eso… que se aguante.

Espero que, aunque breve, sea lo suficientemente didáctico como para motivar vuestro interés en este interesantísimo y viejo oficio.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola. Me gustaría saber qué diferencia hay entre un transfer y la serigrafía. Te lo digo porque soy de Valencia y me hice unas camisetas con la foto de mi hijo en una tienda que me costó 15 euros y a los dos lavados la camiseta se había borrado. Vamos, una porquería y nada barata. ¿Si no puedes lavar la camiseta por qué se hacen con estos transfer?

Emebé dijo...

Lo que ves en el vídeo es un transfer de plastisol. O sea, un transferible hecho con tintas de serigrafía. El plastisol es una tinta usada en la mayoría de talleres de porque es muy manejable y no se seca al contacto con el aire.
El proceso es el mismo que la serigrafía tradicional, pero en vez de estampar sobre el tejido, se hace sobre un papel siliconado, lo que permite después transferirlo (de ahí la palabreja) al soporte, en este caso una camiseta.
Debes de diferenciar entre este producto y los transferes que hay en el mercado de uso doméstico, de copistería o de la inmensa mayoría de las casas de fotografía que hacen personalización. Aquellos utilizan los pigmentos de impresoras láser (los mejores) o de chorro de tinta (ink jet) en incluso hay quien se atreve a usar fotocopiadoras para generar una imagen sobre el tejido que, muy a mi pesar, no pasaría unos controles de calidad mínimos. Esos transfer en el caso de camisetas oscuras quedan como una pegatina gruesa; sobre camisetas blancas se nota menos. Al final, después de algunos lavados y a pesar de lo que indican los fabricantes de estos productos y aún siguiendo las instrucciones que entregan, el dibujo se cuartea y se pierde en nada de tiempo. A mi en una ocasión incluso se me “despegó” el transfer… . En otra ocasión el transfer se diluyó en el pecho de mi cliente cuando empezó a sudar!!!! Entenderéis que no me muestre partidario de ellos.

Mención a parte debemos hacer a los transferibles de sublimación que sí que dan un resultado óptimo. En este caso los pigmentos penetran dentro del tejido y se funden con él, evitando que se “despegue” o cuartee. El único inconveniente es que sólo se aplica sobre camisetas blancas.

El transfer de plastisol, como antes te decía, es el mismo proceso que la serigrafía tradicional, pero hecho previamente sobre el papel. Cuando se le aplica calor con la plancha se, digamos, “gelatiniza”, se ablanda y es entonces cuando se adhiere al tejido. El proceso de calor lo que hace es curar la tinta sobre el soporte, de manera que transcurridas 48 horas la durabilidad es prácticamente la misma que la serigrafía tradicional. Además para mi tiene dos ventajas añadidas: el tacto más suave puesto que al planchar el transfer se queda sin la aspereza del plastisol clásico y permite guardar tus diseños en papel en vez de estampar la camiseta directamente, ahorrándote su coste.

A ver si preparo un post sobre las impresoras de camisetas, entonces sí que nos lo vamos a pasar bien ;)